Yoga: ¿Perderse en la Técnica o Instalarse en el Gozo?
El Yoga es como un auto que usas cuando quieres ir a un
lugar hermoso, tranquilo, inspirador, como
la playa, la montaña, un lago … un sitio donde sientes plenitud y armonía. El
auto es el vehículo para llegar allí. El objetivo es estar en ese lugar para
disfrutar de esa experiencia.
¿Qué dirías de una persona que quiere ir a un lugar así pero
se enfoca en el auto, en la marca, el funcionamiento, el rendimiento, las características del auto, y el asunto del lugar queda como una idea vaga
y lejana? No parece muy razonable
colocar como objetivo al auto y olvidarse del sitio y del bienestar al que se
quería llegar.
Las técnicas del Yoga son el vehículo: hay ruedas, motores,
mecanismos, conexiones, rodamientos, circuitos, etc. así como hay asanas, flexiones, extensiones, torsiones,
series, pranayamas, shatkarmas, kriyas, etc. etc. etc., todo lo cual compone al
“auto del yoga”. El objetivo es el lugar al que puede llevarnos, la experiencia
que está más allá del auto-yoga, más allá del método, más allá de las técnicas
y mecanismos yóguicos.
No tiene sentido enfatizar el auto porque te puede llevar a
cualquier sitio, el interés es ese lugar
especial. Muchos se enfocan en el vehículo, incluso hasta se estresan por el
vehículo, y se olvidan del espacio de Luz al que querían ir.
El que enseña Yoga es el que ha de facilitar el traslado a esa
experiencia de paz y belleza. Es alguien que ya estuvo allá.
Un profesor de Yoga es quien te dice: “anda a ese lugar, es
hermoso, te lo recomiendo, yo estuve allí y sé que existe, sé que se puede
llegar allí, sé que esa experiencia es posible aunque casi nadie haya llegado
hasta allá, sé que es posible llegar allá, éste es el camino que yo seguí y en este
auto llegué”. Te va a indicar el camino que él conoce y el vehículo que él usó.
¿O quizás el profesor de Yoga es el vendedor de autos que te
va a hablar exclusivamente de las características, cualidades y ventajas del
auto, y de cómo conducirlo?
Hago la pregunta porque en general los instructores o
profesores de Yoga me parecen más vendedores de autos o instructores de
conducción de automóviles, que personas que te digan que existe un lugar tan
especial y maravilloso y de que es viable experimentarlo.
Si quien enseña Yoga enfatiza su enseñanza en el auto, en la
técnica, pierde –él y los alumnos- el foco, pierden de vista el sentido para el
que se necesitaba el vehículo.
Vemos tanta preocupación por el método, por la técnica, y
tanto olvido de la meta, de ese lugar, de esa experiencia.
Enfocarse en la técnica es perderse. Queriendo encontrar el
camino , te pierdes. Llenas tu mente y tu intención con cables, rodamientos,
mecanismos, marcas, velocidades, gasolinas, aceites, motores, diferenciales,
cajas de cambio, etc., “la técnica se debe hacer así, con tal duración, con
tales características, debo esforzarme al máximo por hacer la técnica perfecta”.
Queriendo llegar a un lugar maravilloso de plenitud, te quedas
metido dentro del motor de un auto, dentro de la materia y la forma.
Queriendo encontrarte, te pierdes. Queriendo encontrar la calma y la quietud, te
pierdes en el esfuerzo, la tensión, el Hacer, el creer que en un futuro
obtendrás lo que no tienes ahora. Lo que buscas no necesitas ir a buscarlo a
ninguna parte, no se obtiene con el Hacer.
Yoga es ir más allá de la materia y la forma. La meta del
Yoga es el Ser. El Hacer nos aleja del Ser, nos lleva a la periferia.
La técnica es el medio, no el fin. Si tomas el medio por el
fin, puede alejarte más aún del centro, de la dimensión inmaterial, de la
dimensión de la calma, de la quietud.
El fin es la plenitud, está en cada instante, justamente dentro. El
Hacer muchas veces nos impide quedarnos quietos y gozar justamente del instante presente. Estando convencido de
que se debe llegar a alguna parte, de que se debe alcanzar algo fuera de uno
mismo, no puedes ver la meta que ya está en ti, que ya es en ti, que ya eres.
¡Es tan simple! ¡Está justamente aquí, dentro, ahora! Dentro
hay quietud, hay gozo, hay simplemente Consciencia, en lo más fácil, en lo más
sencillo.
Cada vez se me hace más interesante... algún día experimentaré con esto.. www.vlipa.es
ResponderEliminarEs interesante, maravilloso, poderoso y transformador.
ResponderEliminarUn abrazo