Yoga: ¿Unión o Separación?


A todo estudiante de yoga se le dice que Yoga es unión, sin embargo en un sentido muy relevante yoga es SEPARACIÓN.

Yoga es ir hacia el centro mismo de nuestro Ser, allí donde hay paz, quietud, alegría, gozo. Para poder instalarnos allí, en ese “lugar” dentro nuestro se necesita ir más allá (o más acá) de los pensamientos.


El pensamiento usual, normal, está vinculado con la sensación de individuo, con el sentir que somos un ser separado del resto de las cosas y seres. Los pensamientos que surgen de ese ser separado corresponden a protección, posesión, engrandecimiento, miedo, control, avaricia, poder, búsqueda de seguridad, de estatus, proyección de una imagen personal, etc. Esos pensamientos están por ello cargados de tensión, ansiedad, expectativa o frustración, y sus efectos emocionales en nosotros dependen totalmente de lo que ocurra afuera. Si conseguimos lo que queremos nos alegramos, si no lo conseguimos, nos enojamos, apenamos o frustramos.

Normalmente estamos totalmente inmersos en ese pensar, en esa corriente de pensamientos originados desde el ser un individuo con deseos, ambiciones, necesidades personales.

En ese modo de individuo no es posible la tranquilidad, o es muy limitada.

Yoga busca ir más allá de esa sensación de individuo que es tan sólo una parte de nuestro ser, una parte pequeña y superficial, con la que sin embargo nos identificamos constantemente.

¿Cómo podemos ir más allá (o más acá) de ese sentirnos un ser separado?

Yendo hacia la región del no-pensamiento, a la región original de nuestro ser no-material, ilimitado, sutil. Allí es donde podemos experimentar una serenidad de nivel superior, un gozo sin miedo, ni expectativa, ni deseo, ni aversión, ni competencia, ni autoimportancia ni ambición. Un lugar de quietud y plenitud.

A esa parte de nuestro ser le llamamos la Consciencia, es el puro darse cuenta, sin deseo, sin juicio, sin pensamiento.

Resulta que nuestro darnos cuenta habitualmente está unido, ligado, pegado al pensamiento y no lo podemos despegar. Aasí no podemos instalarnos voluntariamente en nuestro Ser, en el lugar de calma y dulzura que está dentro nuestro.

Por eso que en Yoga buscamos SEPARAR la mente (el pensamiento) de la Consciencia. Nos ponemos a observar los pensamientos desde fuera, con cierta distancia, como espectadores, como si estuviéramos viendo una película en el cine. Y así vamos produciendo esa SEPARACIÓN necesaria para volver a instalarnos en nuestro Ser esencial, para volver a experimentar el gozo, la confianza, el brillo de nuestro Ser.

Así es que Yoga no sólo es unión, también es separación, una separación necesaria pero muchas veces difícil, necesaria para la paz.


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