La Belleza del Yoga

Hay una belleza indescriptible, inefable, dulce, inmensa, pacífica, deliciosa, que está al alcance de nosotros si recorremos un cierto camino …

Ese camino es el Yoga. 

No es un desplazamiento espacial, no necesitamos ir a ninguna parte.

Es un camino de práctica, de constancia, de apertura de la mirada, sucesivas aperturas.

Aunque la palabra “camino” parece querer decir que hemos de avanzar hacia alguna otra parte, más allá, en realidad, es un “volver”. Volver hacia dentro. Volver hacia la gracias y el descanso que hay en nosotros. Justamente en nosotros. No en otra cosa, no en otro lugar, no en otro conocimiento, no en otro logro, no en alguna transformación de nuestro ser, sino en retornar simplemente al Ser que somos.

Es simple, muy simple, pero por tan simple se nos escapa entre los dedos, entre los afanes, entre las tensiones, entre las ilusiones, entre las cegueras.

Aquí quisiéramos transmitirte algo de esa simpleza, de ese gozo que la energía yóguica nos trae.

Algo de esa Belleza Exquisita que la Tranquilidad nos trae.

Algo de esa dimensión Luminosa que ese Precioso Camino nos trae … ese regalo que la Vida tiene para Ti … Sólo haz de dejarte “contaminar” por esta vibración y practicar …

¿Practicar qué? ¿Posturas acrobáticas exclusivas para gente joven y elástica?

¡¡¡Nooooo!!! Todo lo contrario: prácticas simples, fáciles, gentiles, delicadas … y simples: la Simpleza es la Clave de Todo (Todo es la Consciencia Cósmica, la Plenitud, a través de la Simpleza nos reconectamos y redescubrimos Eso que Somos).



¡Un abrazo!