¿Suerte?

¿Qué es “tener suerte”?



Decimos que tenemos suerte cuando “algo” que viene de “alguna parte”, favorece nuestros propósitos o simplemente nuestro bienestar. Algo que viene “de afuera” se alinea con nuestros deseos y preferencias y nos facilita las cosas.

¿De dónde viene ese “algo”? ¿El universo es algo ciego y muerto, sin vida y sin consciencia? ¿Es simplemente azar lo que nos ocurre? 

Es posible que haya “algo allá afuera”, en el “mundo externo”, que se alinee con nuestros propósitos, con nuestra vida. A veces las cosas parecen favorecer claramente algún proyecto o dirección, y otras exactamente lo contrario: surgen inconvenientes una y otra vez.

Desde la mirada y experiencia del Yoga, de las otras tradiciones espirituales de oriente y desde las místicas de todos los tiempos y lugares, es lógico que desde el Universo vengan situaciones que favorecen o entorpecen cierta dirección que queremos seguir. Para todas esas miradas el universo es algo vivo y consciente, y tiene un propósito, un propósito evolutivo profundo para todos nosotros.

Cuando tenemos suerte, podemos entenderlo como una señal del cosmos de que “quiere” que sigamos por ese camino, que esa dirección contiene luminosidad y valor evolutivo. Por el contrario, cuando las cosas se ponen difíciles, también es una señal del universo-madre, una señal que también es valiosa para nosotros. Una señal que hemos de descifrar, abrir nuestra mirada y descubrir qué nos quiere decir. Quizás nos dice que por ahí no va el camino o que ahí hay algo interesante que acoger y reconocer en nosotros (nuestro subconsciente), que hemos de desarrollar alguna habilidad, alguna virtud, alguna apertura, una mayor toma de consciencia, paciencia, aceptación, humildad, suavidad, etc.

Es posible que exista una conexión real entre lo que hay fuera de nosotros y lo que sucede dentro nuestro. De hecho eso ocurre en experimentos de física cuántica, las partículas subatómicas modifican su comportamiento si hay alguien que se va a dar cuenta de lo que hacen.

Desde las cosmovisiones espirituales de oriente y místicas, nosotros somos el universo (externo), no hay verdaderamente separación. Existe, somos, una continuidad interno-externa, somos el mundo externo también, las circunstancias que ocurren tienen cierta relación con nuestros procesos y vibraciones internos.

Las cosas que suceden no son casuales, tienen un propósito y un sentido. Todo tiene un sentido para nuestro camino hacia alguna parte, hacia nuestra completitud, nuestra iluminación, nuestro regreso a la Luz-Gozo-Plenitud.

Quizás podemos abrirnos un poco más a lo que sucede, mirarlo, tratar de entender qué mensaje nos trae, no resistirnos, no obstinarnos en nuestros deseos sino más bien considerar que en esas circunstancias hay algo bueno, interesante, valioso para nuestro crecimiento y sanación.

Comentarios

Entradas populares