Los Yamas y Niyamas surgen naturalmente, sin esfuerzo, cuando la persona ha realizado su Ser Interior, es decir, cuando la persona siente felicidad, armonía, plenitud, gozo dentro de sí, y no necesita nada externo para esa felicidad. Entonces, surge naturalmente dentro de ella la honestidad, los actos benévolos, la generosidad, el adecuado cuidado de su cuerpo y de su energía, el desinterés por las posesiones, comodidades, o la necesidad de proyectar algún tipo de imagen personal.
Así, la persona naturalmente es no violenta, honesta, generosa, contenta, verdadera, pura, sencilla, amable, respetuosa, discreta, sabia, gozosa.
En ella los Yamas y Niyamas surgen espontáneamente.

Para los que aún estamos en el camino ... ¿qué nos queda?


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